¿Quiénes somos?
Hermosillo nos preocupa. Durante décadas, los ciudadanos que coincidimos en su territorio hemos sido escuchas de un discurso que nos presenta como una de las ciudades más prósperas de México.
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El Corredor Biológico de Hermosillo es por ello, un acto de gratitud al espacio que habitamos, un homenaje humilde, humano y muy sentido, al agua visible que aún observamos en un minúsculo espacio mágico y que queremos que crezca, porque sin necesidad de reinventar la historia, ése es precisamente el vientre de nuestra ciudad.
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El territorio del Corredor Biológico además de ser cuna del centro ceremonial de nuestros ancestros, alberga el centro político y comercial del Hermosillo moderno, las casas de ciencia, cultura y conocimiento que también deberán conectarse para recuperar la ciudad que merecemos.
¿Qué hacemos?
Queremos árboles, miles de árboles, de esos cuya sombra nos cobija en la Universidad de Sonora y el Parque Madero sin necesidad de riego, porque se alimentan del agua del subsuelo. Ahí está el ejemplo y lo único que necesitamos es coincidir con nuestros gobiernos, convencer a nuestros empresarios, a nuestros vecinos y demás ciudadanos, para formular leyes y reglamentos de ser necesario, para crear cuencas en nuestros patios, para reutilizar el agua gris que se va por los caños, para captar el agua de lluvia y con ello reconstruir la ciudad que imaginamos.